LUCHAS, PARADOJAS Y REACTIVACIÓN DE LA ECONOMÍA EN MEDIO DE LA CRISIS

El mundo en el que vivimos está en constante cambio, hoy por hoy, está enfrentando cambios trascendentales y violentos, representados en una crisis que ha sobrepasado fronteras afectando a todos por igual sin importar el credo, la raza, el género, entre otros. Mostrándonos lo más fáciles y felices que eran los días antes de la aparición del Covid – 19, virus que ha traído consigo grandes consecuencias a nivel personal, social, económico y gubernamental. Para el ser humano ha generado mayores esfuerzos y menores oportunidades.
Colombia quedó desnuda luego de las crisis ocasionadas por el virus, la desnudez de la salud, la educación, el empleo y la economía permitieron ver lo frágil que es el país en estos temas. Problemas por supuesto que vienen de tiempo atrás y que se agudizaron aún más desde el gobierno anterior.
De nada sirvió el esfuerzo del Gobierno Nacional por fortalecer los programas sociales, recuperar la confianza inversionista y la disminución de la inflación. Según expertos antes de la pandemia la economía había crecido alrededor de 3.3%, algo muy bueno comparado con los demás países de Latinoamérica; la inflación se aproximaba hacía la meta pactada del 3% para 2020; y era considerable el aumento de la inversión extranjera. La pandemia desbarató lo que el Gobierno en materia económica ya había construido y lo que ya tenía planeado.

Los resultados que ha traído el virus al país son nefastos, la economía se ha visto afectada en todos los niveles, el cierre de fronteras, la quiebra de empresas, el despido de personal, han logrado abrir aún más la brecha de pobreza, todo esto como consecuencia del distanciamiento social una medida obligada que ha sido tomada de manera global.
Sin embargo los resultados pudieron haber sido peores si el Gobierno no hubiera implementado una serie de programas en favor de los más necesitados. El presidente Duque tomo decisiones radicales, como la de fortalecer y aumentar el margen de cobertura de los subsidios que se le brinda a la población más desprovista, esto con la intención de ayudar a solucionar las necesidades básicas y mejorar en algo su calidad de vida. Para proveer estos recursos fue necesaria la deuda externa como mecanismo y no la creación de nuevos impuestos esto con base en las circunstancias actuales del país.
Para cumplir con sus obligaciones externas y con los programas sociales, el Gobierno presentó un proyecto de ley de reforma tributaria, que desató una serie de rechazos desde todos los sectores y se convirtió en el Florero de Llorente para convocar a un paro nacional que profundizó aún más la aguda crisis económica y de salud pública.
Hoy vivimos situaciones muy particulares, que en lugar de aportar tranquilidad generan caos. El derecho a agruparse, asociarse y manifestarse pública y pacíficamente está contemplado en los artículos 37 y 38 de la Constitución. En esta ocasión los protagonistas no son los que marchan pacíficamente y ejercen su derecho sin vulnerar los derechos de los demás, hoy los protagonistas son todos aquellos que están cometiendo delitos aprovechando la coyuntura, dejando mal vista la intención de los demás, dañando bienes muebles e inmuebles, acabando con el país y retardando su desarrollo, a pesar de ya haber conseguido tumbar el proyecto de ley de reforma tributaria. Lo cual evidencia que este proyecto fue solo una excusa para desestabilizar al país.
El legislativo, en procura de acercarse más al pueblo y contribuir con las apremiantes soluciones implementó una serie de foros y conversatorios que arrojaron ideas interesantes para contrarrestar lo acontecido en el país a raíz de la pandemia y el paro nacional, y en consecuencia la redacción de una reforma tributaria con mayor aceptación.
Entre todo lo expuesto a través de estos espacios, sobresalen propuestas que marcan la igualdad entre los participantes ponentes, destacando varias ideas como: la sobretasa a la gasolina; mantener subsidios que se conviertan en un alivio y ahorro ojala lejos de mutar en una dependencia para quienes lo reciben; fortalecimiento de las empresas con liberación de impuestos, ayuda a los campesinos y al campo. Estas propuestas son el aliciente para reactivar económicamente al país desatando generación de empleo para jóvenes y mujeres que fueron quienes se vieron más afectados con esta situación.
Esperamos que pase lo mejor para el país, que se tomen las mejores decisiones, que los violentos entiendan que así no es, que la oposición deje de mentir, que los colombianos entiendan que la vida ya no es como antes, que desde el Congreso de la República podamos contribuir para que Colombia sea un mejor país y que entendamos que debemos dar ejemplo a los jóvenes.